Tener claros y establecidos tus objetivos financieros personales serán claves para poder elegir el camino que tomará tu depósito a plazo considerando tanto tus preferencias de liquidez a corto plazo como el crecimiento a largo plazo.
Los depósitos a plazo fijo son una de las opciones más confiables para quienes desean hacer crecer su dinero de forma segura. Tener definidas tus metas financieras personales será fundamental elegir un plazo que se ajuste a ellas y así aprovechar al máximo este instrumento financiero.
¿Qué es un depósito a plazo fijo?
Para poder tomar la decisión de invertir tu dinero en un depósito a plazo fijo, lo primero es conocer con claridad qué es y cómo funciona este producto financiero.
El depósito a plazo fijo es una inversión que te permite obtener una tasa de interés garantizada durante un período específico, al final del cual recibes tanto el capital como los intereses generados.
Es decir que los depósitos a plazo fijo se tratan de una forma de ahorrar sin asumir riesgos, ya que el capital y los intereses están asegurados por las instituciones financieras y son ideales para las personas que les guste ahorrar y generar ingresos seguros.
InterBanco ofrece plazos de entre 30 y 360 días, adaptándose a tus diferentes necesidades de liquidez. Según datos del Banco de Guatemala, las tasas de interés en depósitos a plazo fijo han demostrado estabilidad en los últimos años, lo que convierte a esta herramienta en una alternativa segura para crecer tu capital en ya sea a corto, mediano o largo plazo.
¿Cómo funciona los depósitos a plazo fijo?
Luego de realizar tu aporte inicial con un plazo determinado tus fondos irán ganando los intereses que se recibirán al vencimiento del depósito a plazo fijo.
Estos se calculan aplicando el tipo de interés al capital depositado durante el tiempo que dura el depósito.
Los plazos dependerán en gran cantidad de las metas que te has propuesto.
Metas a Corto Plazo: Plazos de 30 a 90 Días
Si necesitas acceso rápido a tus fondos o prefieres mantener una mayor liquidez, los plazos de entre 30 y 90 días son una excelente opción. Estos plazos son ideales para cumplir metas de corto plazo, como la compra de bienes, vacaciones o pagar un imprevisto. Al final de cada ciclo, tienes la opción de retirar tus fondos o reinvertirlos. Por ejemplo, en un plazo de 90 días con una tasa de 5%, una inversión de Q10,000.00 te generaría Q125.00 en intereses, dándote un ingreso adicional y una mayor flexibilidad.
Metas a Mediano Plazo: Plazos de 180 Días
Para quienes buscan un balance entre liquidez y rendimiento, los plazos de 180 días son una excelente alternativa. Estos depósitos a mediano plazo ofrecen una tasa de interés generalmente superior a la de los plazos más cortos, sin comprometer tus fondos a largo plazo. Este plazo es ideal si tienes objetivos específicos en un horizonte de seis meses, como el pago de estudios o ahorros para una compra mayor.
Metas a Largo Plazo: Plazos de 360 Días
Si tu objetivo es el crecimiento sostenido de tus ahorros, un plazo de 360 días maximiza tus ganancias con una tasa de interés más alta. Este tipo de inversión es perfecta para metas de largo plazo, como la educación universitaria de un hijo o el pago inicial de una propiedad.
Según el reporte de tasas de interés del Banco de Guatemala, los depósitos a 360 días ofrecen tasas competitivas que aseguran un rendimiento significativo sin exponer tu capital a riesgos elevados. Por ejemplo, con una inversión inicial de Q20,000.00 a una tasa de 6%, podrías generar hasta Q1,200.00 en intereses al finalizar el año, obteniendo un retorno seguro y atractivo.
¿Cómo elegir el plazo correcto para tus metas financieras?
Para decidir qué plazo es el mejor para ti, comienza evaluando tus necesidades y objetivos financieros. Puedes responder a las siguientes preguntas.
- ¿Necesito este dinero pronto?
- ¿Puedo comprometerlo por un año completo?
- ¿Estoy invirtiendo para algo específico, o quiero ver crecer mis ahorros a largo plazo?
También los expertos recomiendan diversificar tus inversiones en diferentes plazos. Por ejemplo, podrías invertir una parte en un depósito de 90 días y otra en uno de 360 días, obteniendo lo mejor de ambos mundos: liquidez a corto plazo y crecimiento sostenido a largo plazo. Esta estrategia permite adaptarte a cualquier situación que surja, sin sacrificar el rendimiento de tu inversión. En InterBanco estamos para respaldas tus intereses.