La mayor empresa agroindustrial de EE. UU., Cargill, despide a 8,000 empleados como parte de una estrategia para adaptarse a la baja en los precios globales de alimentos.
La empresa agroindustrial Cargill, con sede en Minnesota, decidió reducir su fuerza laboral global en un 5%, lo que afectó a cerca de 8,000 empleados. Esta medida se dio en respuesta a la caída en los precios de las materias primas alimentarias, tras el auge que habían experimentado durante la pandemia y la inestabilidad geopolítica (por la guerra en Ucrania).
Cargill, reconocida como la mayor empresa privada de Estados Unidos, explicó que estos despidos formaban parte de una estrategia a largo plazo para fortalecer su competitividad y ajustar su estructura a las tendencias actuales del mercado. Si bien algunos productos agrícolas como el café han aumentado notoriamente, en general, el precio de la mayoría de materias primas ha bajado. La compañía indicó que estos cambios buscan mantener su liderazgo en un entorno cada vez más desafiante. Aunque los despidos fueron una decisión difícil, aseguraron que no impactarían al equipo ejecutivo, aunque sí afectarían a otros líderes senior.
La caída de precios de materias primas impulsa una reestructuración estratégica en Cargill
Cargill opera en 70 países y vende en más de 125 mercados, la empresa había registrado ingresos récord durante la pandemia, pero sus ganancias recientes se desplomaron a 2,480 millones de dólares en el último año fiscal, muy por debajo de los 6,700 millones alcanzados entre 2021 y 2022. Este descenso también representó la cifra más baja desde 2016. Los precios de los alimentos en supermercados han disminuido, lo que presiona a empresas del sector a realizar ajustes. Según informes de Bloomberg, la reducción de personal fue una respuesta directa a estas condiciones económicas adversas. A pesar de la caída, Cargill ha sido reconocida por Forbes como la empresa privada más grande de Estados Unidos por cuarto año consecutivo.
A pesar de estas dificultades, Cargill continúa avanzando en sus inversiones y proyectos, como la apertura de un centro en Atlanta y la creación de 400 empleos en tecnología e ingeniería. Además, la empresa reafirmó su compromiso de seguir cumpliendo con su propósito de alimentar al mundo, adaptándose rápidamente a los cambios del mercado global. En su comunicado, Cargill aseguró que está trabajando para maximizar su competitividad mientras realinea recursos estratégicamente. También busca aprovechar tendencias que prometen oportunidades en el futuro cercano. Sin embargo, el impacto de los despidos se ha sentido ampliamente, no solo entre sus empleados, sino también en la percepción de estabilidad en el sector agroindustrial. Esto plantea interrogantes sobre cómo las grandes corporaciones manejan los desafíos económicos en tiempos de incertidumbre.